Maldita abstracción divina que me resucita al océano de figuras olvidadas. El té de esta mañana me emborrachó, juro que no tomé mucho. Que loco que ni el ser humano más escapado, puede esconderse del tiempo que organizó la historia para que ningún zafado pueda correrse. Temer de lo sincero, caer. Un porrito desvistió al Marx que se escondÃa en mi oreja, y ahora le da paja el frÃo. "Celular, plata, llaves, SUBE" pensé, y salà de mi casa. No voy a escribir nada sobre el amor. Me acuerdo dolido, me acuerdo caÃdo, me acuerdo roÃdo. De los tiempos guardados en el bolsillo de una campera que no supo cuidarme del viento curtido. Estoy escribiendo una vida que se me va a olvidar en papeles que se van a volar. Estoy olvidando papeles donde escribà una vida que se voló. Parpadeo y me duelo. Asumir la verdad piadosa, sin rosas. Equivocada en su inherencia viva, que castiga al mendigo sin mostrar otra salida que mirarse en un reflejo y descubrirse dolido.